jueves, 18 de junio de 2015

Una sensación imborrable frente a unos dibujos


Cuando era niño, usualmente iba con mis padres a comprar historietas, mientras ellos se enfocaban en las compras de la casa. Recuerdo muy bien (y si la memoria no me falla) que una vez había encontrado nada menos que un cómic de Spawn, ese mismo cómic había hecho que mi punto de vista de ciertas cosas de la vida cambiaran. Mientras que, al mismo tiempo, dándome una sensación muy impactante.
La historieta tenía una portada muy curiosa, presentaba al protagonista todo lastimado pero aun así mostraba señales de seguir en pie,  como en una especie de posición de protector hacia un niño al parecer asustado. Yo solo sentí una tremenda curiosidad, mientras que al mismo tiempo un deseo por saber que había ocurrido en este capítulo.

Spawn parecía haber recibido una brutal golpiza, tanto así que terminó moribundo y a punto de morir en un vecindario hasta que fue encontrado por el mismo niño de la portada, el cual lo lleva a su patio para ayudarlo a descansar mientras se esconde. 

La historia nos mostraba entonces que el protagonista de ahora era el menor, el cual vivía con su hermano mayor y su padre, un oficial de policía corrupto el cual siempre quería demostrar que tenía la razón y odiaba a sus hijos. Y si alguien le daba la contra, el padre terminaba golpeando a cualquiera que estuviera en desacuerdo con él. Incluso si fuesen sus propios hijos quienes podían terminar con heridas y punto de morir.

El cómic en si se trataba de una llamada de atención hacia el maltrato infantil y a las violencias familiares que ocurrían, algo que un niño de siete años lo vería casi traumático, pues su mundo no llega a tales niveles. 

Al ver los dibujos de un padre golpeando e insultando a un niño brutalmente, eran cosas que me dejaron con miedo y una sensación de nervios. No podía entender como un padre podía llegar a ese nivel. Mientras que al mismo tiempo ver a Spawn hacer lo mejor por proteger al pequeño o que el hermano mayor tomara la pistola para finalmente matar al abusador, el daño estaba hecho. Ya no habían héroes buenos y con finales felices.

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