Colaboración de: Alejandro Castillo
Los cómics son, sin duda alguna,
puertas que son otorgadas por genios hacia nosotros, los mortales, para poder
dar un giro y observar que es lo que tienen que manifestar, tanto en la
historia como en la gráfica. Observar de que mundo provienen, que es lo que
puede estar pasando por su mente a la hora de realizarlo, que es lo que puede
llevar a alguien a realizar ciertas acciones que, nosotros como simples y
comunes humanos, no llegamos a apreciar. Esto es señoras y señores el caso de
Spawn.
Fue Todd McFarlane es quién dio vida
a este emblemático Héroe/Antihéroe, publicado en 1992 por Image Comics, siendo
Todd, uno de los fundadores de la misma, junto a otros seis ilustradores como:
Erick Larsen (The Dragon), Jim
Valentino (Shadowline), Marc
Silvestri (Cyberforce), Rob Liefeld (X-Force), Jim Lee (X-Men, All Star Batman and Robin) y Whilce Portacio (Spawn, Punisher, Iron Man).
Spawn nos narra la vida de Al
Simmons, un dedicado agente de la CIA de origen afroamericano. Su motivación
eran sus principios, el deber y la obediencia hacia su Jefe Jason Wynn, jefe de
operaciones encubiertas, y por último, pero no menos importante, su esposa,
Wanda, con quién tuviera un intenso romance pero sin ningún rastro de hijos.
Por eventualidades de la vida, Simmons muere y desciende por el infierno hasta
que, el demonio Malebolgia, le permite regresar a la vida pero con una
condición, ser un HellSpawn, comandante de las fuerzas del infierno contra el
cielo. No daremos mayores detalles sino, metemos Spoilers y les malogramos la
historia.
Ahora sí, vamos al grano, Spawn,
desde que se crea esta serie, se rompen varios tabúes, siendo casi por
unanimidad, la religión. Se cuestiona mucho dentro de este cómic, la idea de entender
que el cielo y el infierno son lo mismo, solo que con distintas caras. Ambos
luchan por el control total terrenal. Seguidamente, su oscura temática, su
fuerte carga de sangre, ángeles teniendo sexo con demonios y demás relatos, son
los que dan más vida a este cómic, creando el morbo dentro del lector y
atrapándolo para que éste siga y siga leyendo, saber con lo que ocurre con el
personaje, y como este, va tomando decisiones cruciales.
Adicionalmente, encontramos el
tema de la moral dentro del relato: Al Simmons, asesinaba sin piedad mientras
estaba en vida. Los mendigos son tratados peor que la peste negra. La ley es
puesta en juego cada vez que están a punto de descubrir algo, pero que
perjudican a alguien en específico, etc.
Lo interesante es que, con cada
acontecimiento que ocurre, el mismo lector se va dando cuenta que si en verdad,
todo lo que está creyendo dentro de sus cánones morales, religiosos y demás,
son en verdad lo que éste mismo está pensando o que toda su vida, ha sido una
vil burla y solo ha seguido la corriente. Un excelente cómic con una muy buena
historia, temas elegidos a la perfección y sobre todo, la gráfica que se usa,
son los elementos que nos llevan a adorar a este monstruo.
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